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Las Canteras de Piedra en Castilla durante el Siglo X

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October 19, 2025
Las Canteras de Piedra en Castilla durante el Siglo X
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Las Canteras de Piedra en Castilla durante el Siglo X

Contexto Histórico y Geográfico

Durante el siglo X, Castilla se encontraba en plena consolidación territorial tras la ocupación musulmana, experimentando un intenso proceso de repoblación que impulsó una notable actividad constructiva. El Condado de Castilla se convirtió en la punta de lanza de la Reconquista, expandiendo su territorio prácticamente hasta el Sistema Central y creando numerosos núcleos de población y monasterios que requerían materiales de construcción.

Este periodo, conocido también como época del arte de repoblación o mozárabe, se caracterizó por una arquitectura religiosa diversa que reflejaba la convivencia de influencias entre la tradición visigoda del norte y el arte andalusí del sur. La necesidad de edificar templos, fortificaciones y construcciones civiles generó una demanda considerable de piedra como material constructivo fundamental.

Explotación de Canteras en la Alta Edad Media

El conocimiento sobre la ubicación y explotación específica de canteras en la época altomedieval castellana es limitado. Sin embargo, la documentación arqueológica y el análisis de los edificios conservados permiten inferir que las canteras utilizadas se situaban generalmente en las proximidades de las obras, dado que el transporte terrestre de piedra a largas distancias resultaba extremadamente costoso y dificultoso.

Los estudios indican que en este periodo existía un notable desconocimiento sobre la ubicación exacta de muchas canteras altomedievales, aunque se confirma el fenómeno de proximidad entre las canteras y las construcciones. Las técnicas de extracción heredaban conocimientos de la tradición romana, aunque con una pérdida significativa de especialización técnica.

Tipos de Piedra Extraída

Caliza

La caliza fue uno de los materiales pétreos más importantes en la construcción castellana del siglo X. Este tipo de roca sedimentaria, compuesta principalmente por carbonato cálcico, se extraía en diversas variedades:

  • Caliza blanca: Especialmente apreciada por su uniformidad y color, como la procedente de canteras que posteriormente abastecerían a la Catedral de Burgos (siglos posteriores, pero con explotación desde época romana). La piedra caliza blanca era valorada por su relativamente fácil moldeado y extracción, además de su resistencia al frío, viento y lluvia.
  • Caliza dura: Utilizada en zócalos y elementos estructurales de mayor resistencia.

La caliza se empleaba tanto en forma de sillares perfectamente escuadrados como en mampostería irregular.

Arenisca

La arenisca constituía otro material fundamental en la construcción altomedieval castellana. Esta roca sedimentaria detrítica, formada por granos de arena cementados por distintas sustancias (arcillas, sílices, carbonatos), presentaba varias ventajas:

  • Gran dureza y durabilidad
  • Resistencia al fuego
  • Facilidad relativa de talla
  • Disponibilidad en diversas zonas de Castilla

Las areniscas se utilizaban especialmente en construcciones monumentales, aunque en algunas zonas de las Merindades de Burgos se optó por areniscas locales a pesar de su alta capacidad corrosiva debido al alto contenido en sílice, prefiriendo materiales locales independientemente de su calidad.

En edificios como Quintanilla de las Viñas, se emplearon grandes sillares de caliza y arenisca colocados "a hueso", es decir, sin argamasa, siguiendo el modo constructivo visigodo.

Granito

El granito, roca ígnea de gran dureza y resistencia a las alteraciones, fue utilizado desde tiempos antiguos en Castilla. Los castros célticos de la zona noroccidental y los verracos y toros abulenses atestiguan su uso ancestral. Aunque su explotación sistemática se incrementó en periodos posteriores, ya existía conocimiento sobre su extracción y labrado en el siglo X.

Las construcciones visigodas, precursoras de las del siglo X, empleaban grandes bloques de granito ensamblados en seco, a la romana.

Toba Volcánica

La toba, piedra de origen volcánico porosa y ligera, se utilizaba en determinadas construcciones por su facilidad de trabajo y su ligereza. En iglesias medievales de las Merindades de Burgos, la toba se empleó junto con arenisca y caliza. Su porosidad la hacía ideal para elementos arquitectónicos que requerían menor peso estructural.

Pizarra

Aunque su uso para cubrir tejados se remonta a la Prehistoria, la pizarra era un material accesible en zonas específicas como La Cabrera leonesa. En la construcción altomedieval, se utilizaban grandes lajas de pizarra local para cimientos, como ocurrió en algunos edificios prerrománicos.

Principales Usos de la Piedra

Construcciones Religiosas

El uso principal de la piedra en el siglo X castellano se concentraba en la arquitectura religiosa. Las iglesias mozárabes y de repoblación constituyen los ejemplos más destacados:

Iglesias Mozárabes:

  • San Miguel de Escalada (León, 913): Construida con mampostería y sillería
  • Santiago de Peñalba (León, primera mitad del siglo X): Empleaba muros de sillarejo y mampostería
  • San Cebrián de Mazote (Valladolid, siglo X): El templo mozárabe más grande y mejor conservado, con 30 metros de longitud, utilizaba piedra local
  • Santa María de Lebeña (Cantabria, siglo X): Construcción mozárabe con elementos de piedra labrada

Estas construcciones empleaban diferentes técnicas:

  • Sillares: Piedras labradas por varias caras, generalmente en forma de paralelepípedo, que formaban muros de sillería de gran calidad
  • Mampostería: Elementos de piedra sin regularizar unidos con argamasa rica en cal
  • Sillarejos: Piezas de tamaño intermedio entre sillares y mampostería

Los muros se construían típicamente de piedra sin combinación de ladrillo, con aparejo de hiladas irregulares en muchos casos. Las ventanas solían ser bíforas con celosías de piedra calada.

Los ábsides presentaban plantas de herradura al interior pero rectos al exterior, cubriéndose con bóvedas gallonadas. Los arcos de herradura, elemento característico del arte mozárabe, se construían en piedra.

Fortificaciones y Arquitectura Militar

El siglo X fue testigo de un intenso proceso de fortificación en Castilla. Las defensas castreñas y los primeros castillos empleaban:

  • Mampostería de piedra unida con argamasa
  • Sillares en esquinas y refuerzos estructurales
  • Fábrica de tapial con zócalos de piedra (técnica de origen musulmán)

El Torreón de Doña Urraca en Castrogonzalo, construido por Fernán González, es el único edificio militar prerrománico que se conserva de esa época. Las fortificaciones combinaban técnicas de tierra apisonada con muros de piedra y mampostería.

Los recintos fortificados del siglo X utilizaban construcciones de piedra y tierra, aprovechando la infraestructura defensiva existente de épocas anteriores. Los muros se levantaban con mampostería irregular o con grandes sillares, dependiendo de los recursos disponibles.

Arquitectura Civil y Monástica

Los monasterios del siglo X empleaban piedra en sus construcciones principales. El Monasterio de San Millán de Suso (La Rioja), consagrado en 954, presenta una construcción mozárabe con bóvedas de estilo califal y arcos de herradura en piedra. La estructura incluye muros de sillarejo y mampostería.

Las columnas jugaban un papel fundamental en la arquitectura del siglo X. En muchos casos se reutilizaban fustes de mármol y capiteles corintios aprovechados de construcciones romanas y visigodas, colocándose sobre ellos arcos de herradura en piedra.

Elementos Decorativos y Escultóricos

La piedra se utilizaba también para elementos decorativos:

  • Capiteles tallados: En San Cebrián de Mazote se conserva el mayor conjunto de capiteles de una iglesia prerrománica de toda la Península, con 38 piezas que constituyen verdaderas obras de arte
  • Frisos esculpidos: Como los que anillan edificios como Quintanilla de las Viñas
  • Celosías de piedra calada: En ventanas bíforas
  • Laudas sepulcrales: Con inscripciones en letra visigótica
  • Sarcófagos decorados: Con motivos geométricos, cruces, esvásticas y rosetas inscritas en círculos

Pavimentos y Elementos Funcionales

La piedra también servía para:

  • Suelos decorativos: Como la "alfombra del portalejo" en San Millán de Suso, hecha con cantos rodados grises y ladrillos rojos formando rosetas y esvásticas
  • Escaleras: Accesos a criptas y niveles superiores
  • Pilas de agua bendita y otros elementos litúrgicos

Técnicas Constructivas del Siglo X

Las técnicas constructivas del siglo X en Castilla mostraban una pérdida de conocimientos respecto al periodo romano, aunque conservaban elementos de tradición:

Trabajo de la Piedra

  • Sillería "a hueso": Los sillares se colocaban perfectamente escuadrados y cortados sin unión por argamasa, técnica heredada de la arquitectura romana y visigoda
  • Mampostería con argamasa: Material irregular unido con mortero de cal y arena
  • Combinación de técnicas: Muchos edificios mezclaban sillería en zonas nobles con mampostería en muros secundarios

Reutilización de Materiales

Un fenómeno común y extendido en el siglo X fue la reutilización del material constructivo procedente de edificaciones romanas y visigodas anteriores. Esto incluía:

  • Columnas de origen romano con capiteles antiguos
  • Sillares procedentes de edificios en ruinas
  • Elementos decorativos como capiteles y lápidas

Esta práctica respondía tanto a necesidades económicas como a la disponibilidad de materiales ya trabajados, reduciendo el esfuerzo de extracción y labrado.

Organización del Trabajo

Aunque la información específica sobre la organización de canteros en el siglo X es escasa, sabemos que:

  • Existían operarios especializados de distinta cualificación: canteros más expertos para la talla y trabajadores menos cualificados para la extracción
  • El trabajo conjunto de canteros y albañiles era necesario para completar las construcciones
  • Las labores incluían una etapa de extracción en cantera y otra a pie de obra

Las cuadrillas de canteros especializadas, procedentes de zonas del norte como el Valle de Buelna o las áreas trasmeranas (Cantabria), alcanzarían su máximo desarrollo en siglos posteriores, pero ya en el siglo X existía cierta especialización transmitida de maestros a aprendices.

Conclusión

Las canteras de piedra en la Castilla del siglo X, aunque menos documentadas que las de periodos posteriores, jugaron un papel fundamental en el desarrollo arquitectónico y urbanístico del Condado. La caliza, la arenisca, el granito, la toba y la pizarra constituían los materiales principales extraídos, empleándose fundamentalmente en la construcción de iglesias mozárabes, fortificaciones militares y monasterios que definieron el paisaje castellano altomedieval.

La preferencia por materiales locales, las técnicas constructivas heredadas de tradiciones romanas y visigodas, y la reutilización de elementos arquitectónicos antiguos caracterizaron este periodo de transición entre la Alta Edad Media y el posterior esplendor románico. La piedra no solo cumplía funciones estructurales, sino que también servía como soporte de una rica decoración escultórica que transmitía mensajes religiosos y simbólicos a una población mayoritariamente iletrada.

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